¿La ⭐ fruta porqué necesita un envoltorio de plástico cuando se vende en un supermercado? ✅ Te damos información para que compres siempre ❤️ fruta desnuda.
¿Quieres saber cuáles son los beneficios de comprar la fruta desnuda? En este artículo te hablaremos sobre los perjuicios de consumir plástico, los problemas asociados al reciclaje y cuáles serían los beneficios si decidiéramos comprar fruta y verdura a granel.
En este artículo te contamos cuáles son las razones para reducir el plástico en tu hogar, si el reciclaje de plástico es una solución real para la contaminación y algunas alternativas al empleo de los mismos. Esto te ayudará a tomar conciencia sobre la necesidad imperante de modificar nuestros hábitos para preservar nuestro planeta y toda la biodiversidad.
¿Por qué reducir el plástico en casa?
Actualmente, se estima que los océanos reciben cada año unos ocho millones de toneladas de plásticos. Y este material tarda siglos en desaparecer, por lo que es uno de los mayores contaminantes que tiene nuestro planeta hoy en día.
Una solución rápida en la que podemos pensar para evitar la contaminación es el reciclaje. Sin embargo, las estimaciones dicen que solo se recicla una quinta parte del plástico que se utiliza mundialmente. Además, entre las cifras sorprende que algunos de los países más desarrollados como Estados Unidos, solo reciclen el 10 % de este material.
Hasta aquí hemos visto que el plástico se biodegrada muy lentamente y que muchos países ni siquiera reciclan una parte considerable. Sin embargo, hay otras serie de razones que nos permiten evitar el consumo de este material.
La presencia de plásticos en los océanos provoca importantes daños para los animales marinos y la fauna próxima. Desde hace pocos años, se han reportado plásticos en el interior de algunos pescados que están a la venta en supermercados. Este hecho pone de relieve la gran cantidad de plástico que está en contacto con todas las especies marinas en nuestros océanos.
En relación con esto mismo, hay que manifestar que el plástico produce la muerte de los animales. Ejemplares de unas 700 especies diferentes han muerto tras atragantarse o enredarse con este material. Es curioso ver cómo animales atrapados en plástico y mueren se degradan antes que este, que continúa acabando con la vida de otros ejemplares durante años. Peces, cetáceos, aves, tortugas e incluso el propio plancton son algunas de los animales que consumen plástico diariamente.
No obstante, la razón de mayor peso, por absurdo que parezca, está en nosotros mismos. El uso que hacemos del plástico es abusivo y no es necesario para nuestra supervivencia (y en muchas ocasiones incluso comodidad) utilizar todos los productos envasados que compramos hoy en día. Es decir, nuestro uso del plástico podría definirse como un hábito que las empresas, supermercados y nosotros mismos nos hemos impuesto por mejorar ligeramente nuestra comodidad.
¿Es el reciclaje del plástico la solución?
Hace ya bastantes años que los colegios enseñan a alumnos de todas las edades la regla de las 3R (Reducir, Reutilizar, Reciclar). La enseñanza que subyace tras esta regla tan sencilla es la siguiente: hemos de seguir cada una de las R por orden de preferencia. Es decir, primero hemos de intentar reducir, si eso no es posible reutilizaremos y, en último término, reciclaremos.
Reducir implica eliminar todo tipo de plástico cuyo uso no sea absolutamente necesario. Así, si podemos escoger una fruta a granel o empaquetada, escogeremos la primera opción. Si estamos hablando de un alimento o producto que ha de venir necesariamente empaquetado, podremos escoger preferiblemente una opción más grande (solo un envoltorio) que varias más pequeñas (varios envoltorios).
Reutilizar es la segunda R en orden de preferencia. Si no hemos conseguido reducir, al menos, intentaremos dar una larga vida a ese plástico consumido. Así, una misma bolsa de basura nos podrá servir para traer la compra a casa, para transportar varios objetos, para proteger de humedades y, en último término, como bolsa de basura. Se trata de exprimir al máximo todas las funcionalidades de un mismo plástico.
Reciclar, por último, consiste en someter los materiales a un procedimiento que permitirá una transformación para darles un nuevo uso. Seguidamente, verás por qué esta R es la tercera en escala de importancia: el reciclaje de este material plantea numerosos problemas.
Los problemas de reciclar el plástico
Los plásticos tienen un reciclaje muy complicado. Existen diversos tipos, y algunos tienen alto coste de reciclaje. Además, para algunos tipos de plástico no existen procedimientos de reciclaje posibles. Esto hace que finalmente las empresas se decanten por utilizar plásticos nuevos (más baratos) que otros reciclados. Además, las bolsas de plástico (uno de los más utilizados) tiene problemas graves en el reciclaje. Debido a la morfología de las mismas, atascan frecuentemente las máquinas que las reciclan y hay que tener un control exhaustivo y muy costoso.
Por otra parte, la vida útil de los plásticos tras el reciclaje no es circular. Es decir, la mayoría de los plásticos no se reciclan para formar otros plásticos y así sucesivamente, sino que se utilizan para formar telas, cuerdas, lonas o papeleras. Esto implica que se alarga un poco la vida de este plástico, pero no se consigue una economía de recursos y se mantiene la necesidad de crear plásticos nuevos.
Otra de las problemáticas a las que nos enfrentamos con los plásticos es su uso en alimentación. La industria alimentaria no permite el uso de plásticos reciclados que entren en contacto con los alimentos y aquí tenemos una razón más para consumir la fruta desnuda.
¿Es obligatorio envasar determinadas frutas y verduras?
En la actualidad, las frutas y verduras pueden comercializarse al granel. Y, por contra, la utilización de envases es opcional para los productores y supermercados. Ahora bien, es necesario que todas las frutas y verduras muestren ciertas características establecidas legalmente.
Algunos de los datos que han de ser proporcionados necesariamente son la denominación, la cantidad y, si se trata de un producto elaborado, también la presencia de alérgenos.
No obstante, las frutas y verduras no son alimentos procesados y, por tanto, será suficiente destacar la denominación y la cantidad. En la venta al por mayor, esta información aparece recogida en la caja del agricultor. Sin embargo, para algunas frutas como las fresas, tomates cherry o arándanos que se estropean fácilmente y que tienen un tamaño reducido, los productores suelen optar por envases de plástico. En ellos especifican las cantidades y la denominación de forma sencilla.
A pesar de que en algunas ocasiones nos resulte más sencillo utilizar envases incluso para una lechuga, lo cierto es que no usar este plástico no nos perjudica en absoluto. A continuación, te contamos algunos consejos para que evites el consumo masivo de plástico y puedas utilizar otras alternativas que te ofrecen las mismas facilidades.
Alternativas al uso del plástico
¿Es necesario utilizar envases? Antes comentábamos la necesidad de seguir la regla de las 3R en orden. Si desamos reducir tenemos opciones muy sencillas como acudir a fruterías de barrio o mercados.
En estos comercios en los que solo se venden frutas y verduras, se utiliza una menor cantidad de plástico, pues la idea sigue siendo la compra a granel y no en envases. Así mismo, en algunos de ellos te ofrecerán la fruta en bolsas de papel.
Otra opción encaminada a reducir es pesar los alimentos sin bolsa. Un conjunto de productos pueden pesarse directamente y pegar la pegatina con el importe sin necesidad de bolsa. Esto es básico sobre todo si compramos una única pieza de un calabacín, berenjena, limón o lechuga.
Además de reducir las bolsas, los supermercados se encuentran ante otro problema que genera gran cantidad de residuos plásticos: los guantes. A pesar de que estos promueven la higiene, es posible utilizar la propia bolsa en la que vas a colocar las frutas como guante.
Si no conseguimos eliminar el uso de plástico para comprar algunas frutas o verduras, tenemos que recurrir a la segunda R: reutilizar. Actualmente, existen unas bolsas de plástico u otros materiales que se han diseñado especialmente para acudir a comprar frutas y verduras a granel. Son más resistentes que las que existen en los comercios y se utilizan para pesar la fruta. Simplemente tendremos que acordarnos de llevarlas de nuestra casa cuando vayamos a comprar y podremos reutilizarlas infinidad de veces.
Si no dispones de estas bolsas, es posible que reutilices tantas veces como sea posible las propias bolsas de pesar fruta en el supermercado. No obstante, estas son más frágiles y durarán menos tiempo.
Por último, si no ha sido posible seguir la regla de las 3 R y llegas hasta la tercera, es fundamental reciclar todo el plástico. A pesar de que hemos visto que es muy complicada la gestión de los residuos, es preciso que estos se reciclen convenientemente. Esto permitirá que no lleguen a mares y océanos, donde perjudican enormemente la fauna de estos lugares y tardan cientos de años en degradarse.
En definitiva, consumir fruta desnuda te estará ayudando a no generar residuos innecesarios. Además, estarás cooperando para mejorar el medio ambiente y concienciarás a las personas que se encuentran a tu alrededor. Si una persona comienza dando ejemplo y conciencia a más, estaremos iniciando un movimiento positivo para todos.